lunes, 6 de agosto de 2007

No tienen remedio

En sus respectivas carreras, la cantante Britney Spears y la actriz Lindsay Lohan llegaron a la cima del éxito y aunque pudieron aplazar por años su estancia en los reflectores como las mejores, experimentaron los extremos y cayeron a merced de las drogas, el alcoholismo y los problemas legales.
El costo fue una caída estrepitosa en sus carreras profesionales, basadas en el escándalo, cuya parada fue prácticamente el olvido o el repudio del público y productores.
Ahora Britney y Lindsay quieren darse una nueva oportunidad y volver a ocupar sus respectivos tronos (la primera como la Princesa del Pop; la segunda como aquella prometedora actriz que desde sus 10 años de edad cautivara a productores y directores de cine). Pero, ¿sus carreras tienen remedio? ¿El público las “perdonará”?
Especialistas en el tema, como el productor de Televisa Luis de Llano y el locutor y director general de la cadena EXA, Jessie Cervantes, comentaron a EL UNIVERSAL que eso sería prácticamente imposible.
Y el motivo de eso es la falta de credibilidad que ahora las caracteriza. Nadie confía en ellas, y tan es así que algunos productores de cine han manifestado sus dudas sobre trabajar nuevamente con Lohan.
“No les veo posibilidad de que vuelvan a tener éxito. Cuando se pierde la credibilidad, tu carrera pasa de tener a la música como foco principal de atracción a tener el escándalo como factor primordial. Recordemos, ¿a dónde regresó Britney para cantar hace unos meses? Fue al House of Blues, y ahí pasó desapercibida.
“Ahora, imagínate a Lohan en aquellas fotos con el brazalete (que mide la cantidad de alcohol). Le estaba yendo muy bien como actriz... Lástima que ahora se sepa sólo de sus escándalos”, indicó Jessie.
“Si a mí me dicen: ‘Oye, ahí te va el sencillo de Britney’, lo dejo en el escritorio. Sé que la estación no va a perder radioescuchas porque no lo estreno”, dejó en claro.

En Hollywood odian el escándalo; en México les gusta
Por su parte, Luis de Llano, jurado del reality Buscando a Timbiriche, la nueva banda, marcó la diferencia entre lo que son los casos de extranjeros y los de mexicanos, como puede ser la situación de José José, quien tras sus problemas de adicción al alcohol y a las drogas, nunca pudo regresar como “el grande” que era; además el de Lupita D’Alessio, cuya adicción y paso por la cárcel es también muy conocida.
“El público estadounidense está acostumbrado a esas altas y bajas; crea a sus mitos y luego los tira. No es como en México, en donde hay artistas que viven de estar buscando el escándalo. Allá a los artistas les pega durísimo y a veces no se les perdona. Sin embargo, en nuestro país hay quienes se dedican a provocar escándalos para llamar la atención, porque no tienen fama”, indicó De Llano.
Sobre algunos casos mexicanos, entre ellos el de Gloria Trevi, quien tras pisar la cárcel ya no volvió a conquistar al público, el productor musical comentó: “Además, está el caso de Laureano Brizuela (el conocido Ángel del Rock). Él nunca pudo regresar realmente”.

Verán de lo que están hechas
Como parte de esta oleada de escándalos también está la socialité Paris Hilton, quien ya pisó la cárcel por sus problemas de adicción; así como las gemelas Mary y Ashley Olsen, las cuales llamaron la atención del público por sus problemas de anorexia y bulimia.
La sicóloga social de la Facultad de Sicología de la UNAM, Gloria Careaga, dijo cómo percibe actualmente el público la idea de que Britney ya prepara su regreso con la grabación del video de su primer sencillo, “Get back”, y de que Lohan tenga la intención de protagonizar Poor things, a pesar de que su recién estrenada cinta I know who killed me, fue un rotundo fracaso.
“Quizá sea una manera en que el público las ponga a prueba, para ver si son capaces de mantenerse fuera de sus problemas y demostrar quiénes son. Es importante decir que no sólo es el público sino también el medio en el que se desenvuelven, un factor determinante para saber si regresarán o no con éxito. Esto, porque habrá muchos productores que no se arriesguen a invertir en estas figuras.
“Por eso los artistas deberían aprender a separar más su vida personal de la profesional, y en sus respectivos casos preparar unos sorprendentes regresos. El diferenciar entre lo público y lo privado les permite tener una continuidad más larga tanto en el terreno profesional como en el personal”, explicó.
AGENCIAS

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